Seguro que ya lo han oído. Después de meses de expectación, el Iphone5 fue presentado oficialmente en estos días. Lo
que quizá no le han dicho es que el último juguete de Apple inundará
los mercados globales cumpliendo con el calendario previsto gracias a
los “trabajos forzados” de miles de estudiantes chinos matriculados en
escuelas de formación profesional.
Según
denuncias de organizaciones laborales, miles de ellos han sido
coaccionados en los últimos meses para trabajar en las fábricas de
Foxconn Technology Company, el gigante taiwanés que, con sus 1,2
millones de obreros, se encarga de montar los productos de la empresa
californiana en tiempo record y a un precio imbatible.
Mandar
estudiantes a la cadena de montaje es algo relativamente frecuente en
el gigante asiático y se viene denunciando desde 2010. Ocurre porque los
fabricantes cada vez encuentran más dificultades para mantener los
bajos salarios y la flexibilidad extrema a la que se prestaban los
obreros chinos hace una década. Y el problema se agrava cuando entra un
pedido masivo y urgente, como por ejemplo la producción del Iphone5,
recientemente lanzado al mercado.
Ante
ello, la mano de obra estudiantil es una alternativa eficaz. Se trata
de chavales de entre 16 y 22 años a los que, gracias a un vacío en el
código laboral chino, pueden ser empleados sin contrato, por menos de
200 euros al mes, con turnos interminables y en condiciones más
precarias que el resto. Algunas autoridades locales acceden a cooperar
con Foxconn para reclutarlos a la fuerza, ya que la prosperidad de la
región depende de los buenos resultados de la compañía.
Es
el caso de lugares como Huaian, ciudad situada en la provincia costera
de Jiangsu, donde las escuelas técnicas empezaron esta semana a mandar
de vuelta a las aulas a sus alumnos, después de varias semanas sin ir a
clase y trabajando de sol a sol para acabar a tiempo piezas de Iphone 5.
Según
el informe Los estudiantes raptados (trabajo elaborado de manera
conjunta por varias universidades chinas) aquellos que se niegan a
trabajar son suspendidos, pierden la matrícula y se les bloquea la
graduación. Algunas de estas instituciones educativas envían incluso a
los profesores a las plantas de ensamblaje para poner orden y disciplina
entre sus alumnos. “Creemos que este tipo de prácticas son una
vergüenza y un tipo de trabajo forzado e involuntario. (Los estudiantes)
deberían hacer prácticas en cosas relacionadas con sus carreras y que
puedan beneficiar su formación y no los resultados de una empresa
privada”, denunciaba esta semana Debby Chan, portavoz de SACOM, una
organización de profesores y alumnos de Hong Kong.
Diferentes
estudios publicados en la prensa especializada china en los últimos
años aseguran que hay fábricas que utilizan más de un 50% de mano de
obra estudiantil en sus plantas de ensamblaje, porcentaje que tiende a
aumentar durante los meses de verano. Algunos acuden de manera
voluntaria para costearse los estudios. Otros muchos no.
Acude a los actos contra la esclavitud infantil:
Sábado 13 de abril en Burgos: Plaza Santo Domingo a las 20h.: Paradas frente a instituciones cómplices de la esclavitud infantil.
Martes 16 de abril en Valladolid: Plaza España junto a
García Quintana, a las 20,30h. Acto con exposición del drama de la
esclavitud infantil y la figura de IQBAL.
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