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domingo, 19 de junio de 2011

El presupuesto de una obra en la provincia de Burgos aumenta en un 57% y la Subdelegación de Gobierno no sabe por qué

Se ha pasado de un coste total de 36,5 millones a 57,5 millones de euros.

Los Presupuestos Generales del Estado para 2011 contienen un incremento del coste de la variante Monasterio-Cubo de Bureba (Burgos) entorno al 57% sobre su mismo asiento en los PGE de 2010. Así de un coste total cifrado en 39.687.040 euros se ha pasado a 57.596.370 euros sin que exista constancia de modificaciones en el proyecto adjudicado en 2008.

Desde la Subdelegación del Gobierno se ha afirmado que se desconoce este cambio en las cifras recogidas por los Presupuestos. ¿Pasaría lo mismo si fuera su dinero? ¿Consentirían esta estafa a los fondos públicos si los sueldos de los responsables dependieran de ello?

Se hace de nuevo patente que necesitamos una política honrada y que ponga en primer lugar a los últimos de la sociedad.

miércoles, 8 de junio de 2011

Iqbal Mashi vuelve a tener una plaza en Burgos

Durante un mes y medio Iqbal Masih, el niño paquistaní asesinado por luchar contra la esclavitud infantil, tuvo una plaza con su nombre en Burgos gracias a la iniciativa ciudadana.

Pero llegaron las elecciones y el Ayuntamiento la reitró en plena campaña electoral porque - en palabras de uno de los concejales - "habían llegado quejas de los vecinos". Aunque eso fuera cierto ¿desde cuando están tan preocupados por las quejas de uno o dos vecinos? ¿que pasa con las quejas que cientos de vecinos han presentado por escrito en los últimos años exigiendo una calle o una estatua para Iqbal?

A pesar de ello, Iqbal Masih vuelve a tener otra plaza en Burgos. Esperamos que esta vez el Ayuntamiento no la retire o que se decida de una vez a tener vergüenza y buscar una ubicación digna para dicha plaza.

viernes, 3 de junio de 2011

Seis familias han perdido su casa cada día en los últimos 4 años en Castilla y León

Cada día de los últimos cuatro años seis familias de Castilla y León se han quedado en la calle, sin hogar y con lo puesto por no poder afrontar las cuotas de su hipoteca. En los juzgados de la Comunidad se han presentado 8.781 ejecuciones hipotecarias entre el 1 de enero de 2007 y el 31 de diciembre de 2010, según las últimas estadísticas hechas públicas por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ)

En España, la escalofriante cifra se eleva a 271.570. Y eso es tanto como decir que todos los vecinos de las provincias de Ávila y Soria hubieran perdido su casa.

Es otra consecuencia de una crisis que ha elevado en más de 100.000 los parados en la Comunidad, donde en diciembre pasado había ya 186.800 personas sin trabajo, según la EPA, aunque en las oficinas del Ecyl están registrados más de 203.500 (en marzo). El paro ha provocado la imposibilidad de pagar los recibos de la hipoteca.

Como consecuencia de los impagos, las entidades financieras han visto cómo se disparaba su tasa de morosidad hasta niveles de hace 15 años (cerró por encima del 6% en marzo). Convertidas en auténticas inmobiliarias, acumulan en sus balances más de 20.500 millones de euros en “ladrillos”. Cajas y bancos se han ido apropiando de viviendas de particulares, pero también de promociones enteras en manos de constructores, por la vía rápida y barata, prevista por la ley, de las ejecuciones hipotecarias, que han ido escalando a medida que la crisis se agudizaba. Los bancos españoles que tanto crecieron en 2010, beneficiarios de ayudas públicas costeadas por todos, estrangulan a las familias merced a una legislación que permite, primero, subastar la casa del moroso y además la pervivencia de la deuda.

De momento, sólo estas cifras revelan que en cuatro años de crisis las ejecuciones hipotecarias se han disparado un 238% en Castilla y León y un 261% en España. Zamora es la provincia que ha sufrido el incremento más espectacular –los embargos se han multiplicado casi por seis, un 460%–, pero por encima del aumento de la media regional están también Ávila (343%); Soria (280%), Segovia (275%); Valladolid (263%) y Salamanca (259%).

La crisis la pagan los pobres, los parados, los trabajadores que pierden su casa y su empleo en aras de la codicia de quienes han encontrado la forma de hacer negocio del paro, de la explotación laboral y de la necesidad de vivienda de las familias.