El pasado Diciembre se adjudicó provisionalmente el servicio de Catering Municipal para servir comida a domicilio a personas con dificultades a la empresa CLECE, perteneciente al grupo multinacional ACS, en detrimento de la actual adjudicataria "El Gusto de Servirle", empresa de inserción creada por Cáritas. Pueden decir que era un concurso público pero hay hechos que evidencian que el Pliego del concurso parecía estar hecho desde el principio a medida de una empresa multinacional como ACS ya que:
1. Valora de forma ridícula (3.5 puntos sobre 100) los criterios sociales y además otorga la misma puntuación a empresas con el 10% de su plantilla en programas de inserción social que a Cáritas, que tenía el 50% en esa situación.
2. Explícitamente excluye a la empresa adjudicataria de la obligación, habitual en estos concursos, de subrogar al personal que venía prestando el servicio. El Ayuntamiento pretende saltarse el convenio colectivo aplicable que obliga a la subrogación.
3. La valoración subjetiva de la memoria tiene un peso muy importante en la adjudicación (30% de los puntos), lo que en la práctica permite al Ayuntamiento adjudicar el servicio a quien quiera.
CLECE es una empresa que acumula decenas de denuncias y movilizaciones en toda España por trato indigno a sus trabajadores; en Burgos, concretamente, fue condenada a readmitir a una trabajadora del servicio de cocina del Hospital Divino Vallés con 15 años de antigüedad a la que despidió por denunciar las deficiencias en la calidad del servicio que impartía.
Recordamos al Ayuntamiento que ACS es una poderosa multinacional dirigida por Florentino Pérez (presidente del Real Madrid, fortuna número 11 de España con 1.360 millones de €). ACS es la mayor concesionaria de infraestructuras del mundo, tiene el 16% de Iberdrola y es además el mayor grupo de construcción y servicios de España obteniendo pingües beneficios en los países empobrecidos. En 2009 según El Mundo facturó 15.600 millones de euros.
¿Por qué se privilegia a grandes empresas del sector en vez de la rentabilidad social de conceder el servicio a una empresa de Burgos que supone una salida para personas en riesgo de exclusión, que no supone un mayor coste, y que ha demostrado durante cuatro años que presta un excelente servicio? Nos preguntamos: ¿Qué le debe el Ayuntamiento a ACS? Nuestro apoyo a la labor de Cáritas y animarles a seguir trabajando por la promoción de los últimos de nuestra sociedad. Al cierre de esta edición estaban en marcha varios recursos para hacer rectificar esa decisión provisional del Ayuntamiento.
