Detrás de los datos siempre hay personas. Estamos en ritmo creciente de personas en paro, en exclusión: en León existen 20.000 hogares en situación de riesgo según informe de Cáritas, según la última encuesta de población activa, en Valladolid se alcanza ya el número de 42.400 parados, en Castilla y León más de 180.000 personas en paro. A estos datos habría que sumar todos aquellos que están realizando cursos de formación, los que tienen un contrato a tiempo parcial, los fijos discontinuos, los afectados por los ERES que no cuentan en las listas de paro pero que tienen una situación de precariedad. Este drama de las familias que no llegan a fin de mes, que ven embargadas sus viviendas, que dependen de instituciones como Cáritas,... parece que poco les importa a la Confederación Vallisoletana de Empresarios que tuvieron la desfachatez y el despropósito de instrumentalizar las fiestas navideñas pidiendo a los Reyes Magos (literalmente): “una reducción en las cotizaciones sociales y una mayor flexibilidad en el mercado laboral”.
EL TIGRE NUNCA ES VEGETARIANO
