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miércoles, 17 de octubre de 2012

No a un mundo de esclavos y parados

Reproducimos la intervención final de Hilda Cantarín en el acto "No a un mundo de esclavos y parados" celebrado en Valladolid el pasado sábado 29 de septiembre.

     La pasada semana, el día 20 de septiembre, se inauguró en Valladolid un nuevo centro comercial, el tercero más grande de España, uno de los más grandes de Europa. En lo más hondo de esta llamada crisis y en poco tiempo se ha construido un enorme mercado en el que sólo tienen sitio las grandes marcas. Nos dicen que da empleo y riqueza a la ciudad; lo que no dicen es los puestos de trabajo que ha quitado y quitará. Anuncian precios sin competencia: lo que no dicen es lo que hay detrás de los vestidos a 9€ fabricados al otro lado del mundo. Hasta lo venden como un lugar de convivencia social.
     No es el primero, hace muchos años que conocemos lo que venden: El día 12 de septiembre, pocos días antes de la inauguración, morían en Pakistan 314 trabajadores en el incendio de un taller que fabricaba ropa para el mercado europeo, entre ellos varios niños. Trabajaban hacinados en condiciones infrahumanas, en sótanos sin ventilación, las puertas estaban bloqueadas, los trabajadores no tenían contrato y tenían prohibido unirse a un sindicato. Aún así, la fábrica tenía la acreditación que utilizan la mayoría de las empresas líderes de ropa para demostrar que cumplen con los estándares laborales internacionales. Lo ocurrido en Pakistán no es un hecho excepcional. Las marcas de moda líderes en Europa y EEUU son los clientes de las fábricas de Pakistán, Bangladesh o Camboya.
     Esto es lo que hay detrás de los vestidos a 9 €.
     Mira la etiqueta de tu ropa, mira la etiqueta de tus zapatos y de los juguetes con los que juegan nuestros hijos, ellas hablan del sudor y de la sangre de los esclavos del s XXI. A principios de este mismo mes 61 personas morían ahogadas en el mar Egeo más de la mitad eran niños, había 3 bebes. Naufragó el barco en el que trataban de llegar a Inglaterra de forma clandestina. Un vasto cementerio marino con miles y miles de inmigrantes ahogados se extiende por el Mediterráneo y el Egeo. Fruto de esa muralla de alambre espinado, barreras y de ese rosario de campos de concentración que han erigido democráticamente los gobiernos europeos y que va de España, atravesando Gibraltar, a Marruecos, Túnez, Libia, Egipto, y luego para arriba hacia Turquía, Grecia, Eslovenia. Esta es la Unión Europea. Este crimen a la vista de todos es la verdadera prima de riesgo.
     No podemos pensar que esto pasa lejos: esta misma semana la Defensora del Pueblo ha reconocido que el Estado no lucha contra la esclavitud sexual de las mujeres que hoy son explotadas en los miles de prostíbulos legales o clandestinos de nuestro país. La hipocresía de nuestra sociedad expulsa de las calles del centro a las prostitutas y prohíbe fumar en el interior de los burdeles en los que permite que se triture el cuerpo y el alma de las niñas y las mujeres obligadas a prostituirse. Pero esto que os cuento no es la historia de otros, de los pobres, de los emigrantes a los que la prensa trata como animales (estampidas, avalanchas…dicen) Esta se anuncia hoy como la historia de nuestros hijos, y es ya el día a día de nuestros maridos y de vuestras esposas.
     Hoy sucede en España lo que hemos contemplado en los países del Sur con toda crudeza: los programas de ajuste estructural para que el capitalismo campe a sus anchas que empobrecen a la sociedad, la deuda externa que es un robo al pueblo e impide el desarrollo. Hoy le ha llegado a los españoles la hora de los salarios basura y de la explotación más salvaje En nuestro país y en nuestra ciudad el paro hace estragos. En Castilla y León el paro llega casi a las 220.000 personas. El número de personas que acude a Cáritas se ha multiplicado por tres desde 2007, el último año se ha sobrepasado el millón de personas que han recibido ayuda de Cáritas, los parados han agotado sus ahorros, las familias no pueden más, el gobierno deja a la intemperie a los empobrecidos. Un 14% de los trabajadores en España no pueden sacar a sus familias adelante a pesar de trabajar diez o más horas al día. Es lo que se llama trabajadores pobres, es la misma explotación que la mayor parte del mundo lleva sufriendo demasiado tiempo.
     Es lo que pretende consolidar las reformas laborales que se han aprobado en España por los gobiernos del PSOE y del PP. El paro del 25% de la sociedad y el paro juvenil de más del 50% posibilita cumplir con la hoja de ruta del Pacto sobre el Euro firmado el año pasado: se quiere la reducción de los salarios en un 25% y el debilitamiento o la desaparición de la negociación colectiva. Como hecho que expresa esta realidad podemos fijarnos en el anuncio que han hecho empresas como El Corte Inglés, Zara y Mango de reducir un 20% la fabricación en China y retornar a Portugal, países del Este de Europa y España. Esto es también lo que hay detrás de los vestidos a 9 €. Piensa en ello cuando veas la publicidad que, esa sí, invade Valladolid. Y mientras crece la pobreza en España y la gente no puede pagar su casa, y se la quitan, ni los libros del colegio, ni la comida… también crece la riqueza de unos pocos. La revista AG lo denuncia: 1400 personas (el 0,0035% de la población española) controlen el 80,5% de la riqueza de España. Y lo llaman democracia….
     Cuando los grandes dicen que la crisis es una oportunidad nos dan una pista clara que lo que realmente está pasando: los resultados de Inditex durante el primer semestre 2012 arrojan unos beneficios de 944 millones de euros: 32% más que en el mismo periodo del año anterior, ¡esto es lo hay detrás de los vestidos a 9 €! Los bancos, culpables del endeudamiento del país, reciben ríos de dinero, el Estado asume sus deudas, sus activos tóxicos. España se endeuda con la banca para salvar a la banca con el dinero del pueblo. Los intereses de la deuda se comen todos los recortes. Un círculo vicioso en el que los políticos asumen el trabajo sucio de hacer las leyes que permitan esta canallada: reforma laboral, reforma fiscal, subida del IVA, amnistía fiscal, menoscabo del derecho a la salud, a la educación, a la vivienda.
     En definitiva: socialización de pérdidas, privatización de beneficios… Los sindicatos, que en otro tiempo fueron la respuesta organizada de los trabajadores a la explotación del capital, hoy se han unido a esta conspiración de cobardes contra los empobrecidos y viven de la subvención dividiendo y traicionando a los trabajadores y parados. Amigos: hoy los mismos que matan de hambre a los niños en África, América, Asia, especulando en bolsa con el precio de los alimentos…, son los que esclavizan a los niños en talleres y fábricas.. y condenan al paro a los adultos. Hay paro porque hay esclavitud. Paro y esclavitud son dos caras de la misma moneda. El corazón de este sistema es la usura y la especulación que jamás crearon riqueza. Lo único que crea riqueza es el trabajo.
     John Steinbeck que relató de un modo único el empobrecimiento de los campesinos norteamericanos durante la gran depresión y denunció en sus escritos que el paro era un negocio, definió la dignidad de la persona de este modo: “La dignidad se refiere a la responsabilidad del hombre para con su comunidad. Un hombre a quien llevan de una lado para otro como si fuera una bestia, rodeado de guardias armados, hambriento y obligado a vivir entre la suciedad pierde su dignidad, esto es, pierde el lugar que legítimamente le corresponde en la sociedad y, por consiguiente, su ética social". Hemos salido hoy a la calle, para solidarizarnos con todas las víctimas del imperialismo internacional del dinero y denunciar que hay paro y esclavitud porque son negocio. Estamos aquí porque queremos acabar con la esclavitud de todos los oprimidos del mundo y también con la nuestra, estamos aquí por nuestros hijos. Las madres no tenemos hijos para ser conducidos a trabajar como animales donde el amo quiera, o a morir en el intento de sobrevivir, no tenemos hijos para que sean mendigos. Las madres sentimos el dolor de otras madres por sus hijos. Hoy proliferan en España los comedores, los bancos de alimentos…
     Una persona que trabaja en un comedor social cuenta que los adolescentes siempre lloran en sus primeras comidas en estos lugares, no comen, lloran y después comen llorando. ¡Amigos, es la hora de la Solidaridad, la dignidad no pide beneficencia que humille, exige Solidaridad! Dice la prensa que ya son 150.000 las personas que han visitado el nuevo Centro Comercial, muchas más de las que estamos hoy aquí. Muchas de ellas están sufriendo la explotación y el paro, algunas incluso van a comer la comida basura del Ikea por un euro porque no pueden comer otra cosa.
     Lo peor que nos pasa no es estar en paro, o siendo privados del acceso a la salud, a la educación o a la vivienda… lo peor es el convencimiento de que no podemos hacer nada o a lo sumo buscar cada uno su interés. Y nos han convencido atacando a la familia, haciéndonos renunciar a la propiedad de nuestra vivienda y al protagonismo en el trabajo, nos han convencido de que el centro comercial es un lugar para la convivencia social y que comprar es la mejor forma de ocio, nos han convencido de que no es posible compartir la vida con nadie y que la política nada tiene que ver con el bien común. Pero a pesar de todo, la razón y la Historia nos demuestran que sólo la unión de los que nada pueden puede hacer avanzar la Historia hacia la dignidad y la libertad. Sabemos que hay abuelos que van al comedor social para que sus hijos y sus nietos no pasen la vergüenza.
     Conocemos a las prostitutas de el barrio de El Raval en Barcelona, que se organizan para cuidarse a los hijos y la casa mientras las otras salen a la calle a dejarse la vida; sobreviven porque están juntas. Uno de cada tres ancianos en España ayudan a sus hijos y uno de cada cuatro han vuelto a acoger a sus hijos en casa y, a veces, por ello no comen lo suficiente,….. Los que hoy nos reunimos aquí estamos convencidos de que la Historia avanza hacia la libertad y el respeto a la dignidad y que un día será considerado como un delito vergonzoso y un crimen contra la humanidad la especulación con los alimentos, la vivienda y cualquier clase de bienes necesarios para las personas. Y para ello trabajamos.
     ¡La riqueza no la genera el dinero! ¡La riqueza sólo la genera el trabajo! No podemos aceptar como mal menor el hambre, el paro ni la esclavitud. ¡La vida del hombre es sagrada, la dignidad humana es sagrada!.
Digamos:
¡No a un mundo de esclavos y parados! ¡Viva la Solidaridad!