El Protocolo de Palermo impulsado por la Unión Europea en el año 2000 respondió, en palabras de Fuks, «a la necesidad de atacar al crimen, pero no porque sea la víctima el centro de la lucha».Para Fuks, este negocio podría estar afectando a cerca de 30 millones de personas en el mundo, desde la explotación sexual a la laboral. «Es imposible dar una cifra exacta», subrara, pero las víctimas se cuentan por millones. «Aunque hubiese sólo una persona víctima de trata es algo flagrante».
Para la escritora las causas son claras. «Principalmente económicas, como todo negocio. Porque hay demanda, aunque sin demanda también se crearía. Por ejemplo, la pornografía está creando, en cierta forma, una demanda de prostitución.Está todo relacionado. Hay demanda de ropa barata, hay una competencia muy fuerte en este sentido. En el caso de España está el ejemplo de multinacionales comoInditex, que ha sido denunciada en Brasil, en Argentina, en Marruecos por utilizar mano de obra infantil. Esto existe.Y al mismo tiempo hay un sistema institucional que es mafioso, que lo permite.
¿Soluciones? Corina Fuks cree que la única manera de erradicar este mal es con las leyes, para lo que reconoce que debe haber voluntad política. «Son problemas estructurales. No se pueden hacer pequeños cambios, maquillar la situación. Se tiene que hacer desde la educación también y haciendo que el Norte deje de explotar al Sur. No es una utopía».
Fuente: Diario de Burgos