
Ahora, la evolución parece que lleva a venderse al mejor postor
y, como en otras ocasiones, se lleva la palma el Banco de Santander: dos
patrocinadores de oro tiene la SEMINCI, Renault y el Banco de Santander, los
dos con gran peso en la vida cotidiana de la ciudad y sus instituciones, ya
tienen compradas, por lo menos, la Universidad y la SEMINCI, dos referentes
fundamentales en Valladolid, dos instituciones que en teoría deben estar al
servicio de la sociedad y su desarrollo, pero, ya se sabe: quien paga, manda.
Es decir, si pagan Banco de Santander y Renault, ya sabemos hacia dónde van a
ir las investigaciones de la Universidad y los “valores humanos” de la SEMINCI:
a servir los intereses de estas multinacionales que, como buenas
multinacionales, buscan sus beneficios y la limpieza de su imagen con
patrocinios que les den buena prensa. Ahí estamos: invadidos.