Hoy os traemos un artículo sobre el tema que podemos leer en la revista Autogestión, revista que podéis adquirir en la misma Casa de Cultura y Solidaridad.
Los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) se firmaron en la Cumbre del Milenio de las Naciones Unidas celebrada en septiembre del año 2000.
En
2015 se va a cumplir el plazo y la ONU justificará de nuevo el por qué
NO ha cumplido el primer objetivo: la erradicación de la pobreza extrema
y el hambre. Lo cierto es que no los han cumplido porque los OBJETIVOS
DEL MILENIO no nacieron para acabar con el hambre sino para perpetuarlo.
Y para ello siempre han mentido contra los empobrecidos ¡es MENTIRA que
haya superpoblación! ¡es MENTIRA que los pobres sean los responsables
del cambio climático!
Ahora
se replantearán los “objetivos”… para seguir trabajando contra ellos.
Y, bajo el disfraz de la “cooperación” y de la “ayuda” a los pueblos del
Sur, no se hará nada eficaz para dejar de seguir robando sus recursos
naturales y controlando su población con el aborto y las
esterilizaciones masivas, lo que cínicamente llaman en el 5º Objetivo
“salud reproductiva”. No nos parece casualidad que el mensaje en este
punto sea parecido al proclamado por Jean–Marie Le Pen en Francia (su
partido acaba de ser el más votado en las elecciones europeas en
Francia, con un 25% de los votos de los franceses), diciendo que la
inmigración se puede regular en tres meses con el virus del ébola “la
solución del señor ébola”… ¿Cuántas CANALLADAS ASESINAS van a tener que
soportar los empobrecidos?
Hoy,
el imperialismo no duda en proclamar sin vergüenza que los hambrientos
esperen otros 100 años para comer y que la vía más rápida para acabar
con la pobreza (lo decían Kissinger y Rockefeller) es acabar con los
pobres. Aunque se ponga la “piel de cordero” de la ONU para hacerlo.
Desde
la Campaña “Por la Justicia en las Relaciones Norte-Sur, ‘No matarás’
–Dios-” luchamos por una transformación radical del “desorden” impuesto
por los poderosos a los excluidos del banquete: miseria y hambre, paro,
esclavitud, aborto, terrorismo, muertes en las fronteras… Hay que
combatir las CAUSAS de todos los salvajes atentados contra la vida
humana y su dignidad. Con el hambre y la miseria no se puede jugar.
El
motor de las “estructuras” económicas, políticas, culturales sigue
siendo “el afán de poder y de lucro”. Sólo cuando sea sustituido por la
solidaridad, por el afán de justicia y fraternidad, habrá Justicia
Norte- Sur.