A primeros de octubre tuvo los mandamases del entorno (el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Tomás Villanueva, el alcalde de Arroyo, el director general de Ikea para el sur de Europa) realizaron el acto de colocación de la primera piedra del la tienda que la multinacional Ikea abrirá en Valladolid. En otros números de Autogestión hemos analizado el modelo de sociedad que quiere construir este tipo de empresas, así como la procedencia de la esclavitud, incluso infantil, de los muebles que se venden allí. Hoy queremos añadir otro punto de vista y es el tema del empleo que este tipo de empresas generarán en la provincia de Valladolid.
En el acto de colocación de la primera piedra de la tienda, uno de los temas clave pronunciados en todos los discursos de los allí reunidos tenia que ver con el empleo... Hoy en medio de una sociedad atemorizada por el paro, no hay como afirmar que tal o cual proyecto generara mucho empleo para que cale en la sociedad y sea aceptado como el maná que vino de Suecia. De hecho, fue correr el rumor de que la empresa haría la mayor parte de la contratación en el municipio de Arroyo y comenzar los empadronamientos de parados en dicho municipio a la espera de poder ser contratados.Proponemos un pequeño ejercicio: escójase una carpeta cualquiera y déjese en un lugar accesible de casa, de la oficina o el lugar de trabajo. En ella puede archivar los artículos de prensa, revistas, etc que aparecen en estos días sobre Ikea. Metan al menos dos datos: “Ikea promete 10 millones de visitas al año”. “La empresa generará 4.400 empleos (1.600 directos, 400 indirectos y 2.400 en la construcción)” Conserven esos recortes 3 ó 4 años y luego abran la carpeta y comprueben los datos reales unos años después. La realidad no tendrá nada que ver con lo que anunciaron.
¿Cómo funcionan este tipo de superempresas en relación con el empleo que utilizan? Previendo que en el primer año de funcionamiento haya un elevado número de visitas al centro comercial realizan masivas contrataciones de empleados con contratos temporales, a tres meses, seis meses, un año... De ahí se obtienen fabulosas portadas de periódicos, entrevistas en radios y TV. Al cabo de ese tiempo no van renovando y los 1.500 contratados empiezan a ser 1.300. Un año después serán 1.000 y al cabo de dos años de funcionamiento, la empresa estará en los 500 empleados que antes de inaugurar la tienda sabía que sería los que iba a necesitar. Mientras tanto y sin haber empezado a construir la tienda, los medios de comunicación le hacen la propaganda años antes de la apertura.
Por supuesto, cuando hacen los cálculos del empleo que va a generar, no restan de esos datos el empleo que va a destruir en pequeños comercios, distribuidores, empresas de montaje, etc...
