El salario mínimo interprofesional (SMI) es la cuantía retributiva mínima que debe percibir cualquier trabajador en una jornada legal de trabajo, con independencia de su sexo, edad, o tipo de contrato. El SMI suele considerarse como un baremo del nivel de vida de un país, ya que determina el mínimo poder adquisitivo de un trabajador. Así se constata al comprobar que, actualmente, en España está fijado en 633,30 euros mensuales, mientras que en Francia asciende a 1.132 euros al mes y en Bulgaria, a 105 euros. En Castilla y León existen en torno a 330.000 pensionistas, más de la mitad del total, cuyos ingresos mensuales no alcanzan a igualar el salario mínimo.