He leído últimamente estas noticias: los jóvenes necesitan el 86% de su renta para comprar un piso. Esto es un gran ataque a la familia pues la hipoteca posiblemente pase a sus hijos, si los tienen, o que gran parte de su vida tengan que estar trabajando en cualquier trabajo para pagar una deuda y unos intereses abusivos.
Además ha aparecido otra noticia donde se expone que las agresiones de hijos a padres se doblan en dos años y que las denuncias anuales de los progenitores o de los abuelos alcanzan las 4.000. Otra realidad alarmante de debilitamiento a la familia como célula central y primera de la sociedad.
Esto no ocurre por casualidad sino que desde hace mucho a la familia se la está considerando como una “unidad de consumo” de la cual se aprovechan ayuntamientos, promotoras y sistema financiero. También se ha debilitado el concepto de familia como unidad de amor y de comunión y llegan los “hijos tiranos”.
Sin embargo, la familia tiene una gran potencialidad pues es la principal y primera protagonista de la vida, de la educación, de la fe, de la economía, de la política, de la cultura, de la sociedad, a condición de que quiera ser protagonista. Si las familias nos tomásemos en serio este protagonismo daríamos respuesta a los innumerables problemas que hoy tenemos en la sociedad de forma creativa y asociada para no estar sometidos al sistema bancario y para vivir la solidaridad con todas las familias empobrecidas de la tierra.
Rafael González Varas
Además ha aparecido otra noticia donde se expone que las agresiones de hijos a padres se doblan en dos años y que las denuncias anuales de los progenitores o de los abuelos alcanzan las 4.000. Otra realidad alarmante de debilitamiento a la familia como célula central y primera de la sociedad.
Esto no ocurre por casualidad sino que desde hace mucho a la familia se la está considerando como una “unidad de consumo” de la cual se aprovechan ayuntamientos, promotoras y sistema financiero. También se ha debilitado el concepto de familia como unidad de amor y de comunión y llegan los “hijos tiranos”.
Sin embargo, la familia tiene una gran potencialidad pues es la principal y primera protagonista de la vida, de la educación, de la fe, de la economía, de la política, de la cultura, de la sociedad, a condición de que quiera ser protagonista. Si las familias nos tomásemos en serio este protagonismo daríamos respuesta a los innumerables problemas que hoy tenemos en la sociedad de forma creativa y asociada para no estar sometidos al sistema bancario y para vivir la solidaridad con todas las familias empobrecidas de la tierra.
Rafael González Varas