Sindicalismo.
En el siglo XIX, muchas personas murieron dando su vida para que los trabajadores obtuvieran unos derechos: ocho horas de trabajo, ocho horas de descanso y ocho horas dedicadas a la cultura. Sin embargo, la realidad y los hechos nos dicen que hoy se trabaja 14 ó 15 horas diarias. Hemos perdido los derechos conquistados y hoy los sindicatos son burocracia pura y dura. Recordamos que en la España de 1936 existía un sindicalismo con millón y medio de afiliados y con un solo funcionario a sueldo; no existía ningún aparato burocrático. Los cuadros directivos sólo vivían de su propio trabajo y de la solidaridad de sus compañeros. Hoy, entre los dos sindicatos mayoritarios disponen de 203.000 liberados en toda España y reciben subvenciones del Estado y de la UE, así como la condonación de deudas. ¿Cómo un sindicalismo así va a poder luchar contra el poder y defender a los trabajadores? Imposible. Con los cinco millones de parados que hay en España, tendría que haber habido ya, no una huelga general, sino todos los días. Pero quien paga manda.
Soraya Caballero