El Espacio Europeo de Educación Superior, conocido como "Bolonia" ya ha llegado a nuestras Universidades y si en algo coinciden las ocho universidades de la comunidad es en la necesidad de financiación. Esto es algo en lo que se viene trabajando desde hace ya tiempo, a través de las diversas fundaciones y de los convenios con distintas empresas: es fundamental conseguir fondos para el cumplimiento de objetivos. En esta época de crisis tampoco la universidad se encuentra al margen y todas se escudan en su calidad de "servicio público" para conseguir recursos. La cuestión es a costa de qué se hace: una cátedra con una editorial mediatiza tanto la docencia como la investigación sobre las cuestiones de estudio; los contactos establecidos en BioSpain, el encuentro internacional de biotecnología y las empresas con las que se vinculan las universidades a raíz de tal encuentro determinan las líneas fundamentales de investigación, la creación de empresas fomentada desde la Junta se dirige hacia un modelo determinado que interesa a los grupos de presión con los que lidian los políticos. ¿Se trata de verdad de un "servicio público" o es, como tantos otros un servicio a intereses privados con recursos fundamentalmente públicos? La universidad no puede ni debe ser un instrumento en manos de unos pocos (recordemos que "el que paga, manda"), sino una institución al servicio de la sociedad y del progreso de la humanidad, de todos.
