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lunes, 28 de septiembre de 2009

Actos contra el paro en Castilla y León





El sábado 26 en Burgos y el sábado 3 en Valladolido se realizó un acto de denuncia del drama del Paro, convocado por el Movimiento Cultural Cristiano, Camino Juvenil Solidario y el Partido SAIn.

Las jornada se desarrollaron durante todo el día, con puestos informativos en varios puntos de la ciudad. Entre las 18 y las 19 h tuvo lugar una acción noviolenta ante la sede de las oficinas de empleo (ECyL), en Burgos en Reyes Católicos y en Valladolid en Cadenas de San Gregorio, que consisitió en una representación de los cinco millones de parados que - según los organizadores - hay ya en España, plasmada por cinco personas tiradas sobre el suelo sobre un cartel en que se podía leer "El paro mata", .

A las 19:30 tuvo lugar un acto público en el que se denunció el Engaño que supone el Plan E del gobierno "que se dice socialista" y que - según denuciaron- sólo ha servido para maquillar temporalmente las cifras del paro, mantener callados a los sindicatos y beneficiar a las empresas constructoras. A continuación, un grupo de jóvenes realizó una representación teatral que señalaba las principales causas del paro y la necesidad de una respuesta solidaria por parte de la sociedad entera.

El acto finalizó con la intervención de una de las militantes de las organizaciones convocantes que planteó el drama del Paro como una "canallada", que no es un producto casual de la llamada crisis, sino que es un negocio planificado. Denunció la hipocresía del gobierno en su intento de comprar el silencio de los parados y los explotados mediante las subvenciones a los sindicatos y unos subsidios de miseria, como los 420 € recientemente aprobados.

"El paro tiene solución" concluyó, señalando como medidas imprescindibles para ello la asociación solidaria de parados y explotados y la bajada de los sueldos de los políticos al salario mínimo interprofesional.



Puedes ver una selección del mitin celebrado en ambas localidades:

En Burgos, Camino Juvenil Solidario realizó una acción de denuncia a través de una representación teatral en la calle. La canallada del paro sólo es posible desde el aplastamiento que el trabajo sufre por parte del capital.

En Valladolid, la representación teatral denunció la pasividad, la burocracia y la buena vida del sindicalismo de concertación que padece nuestro país y todo el mundo desarrollado.

Si quieres ver los dos actos completos, puedes hacerlo en estos dos vídeos.

Burgos:

Valladolid:

viernes, 11 de septiembre de 2009

Acto contra el paro

BURGOS

Sábado 26 de septiembre

De 18 a 19 h.
ACTO NO VIOLENTOANTE LA OFICINA DE EMPLEO
Avda. Reyes Católicos 21 (ECYL)

A las 19:3O h.
ACTO PUBLICO + TEATRO
Calle Lain Calvo

VALLADOLID

Sábado 3 de octubre


A las 19:3O h.
Calle Cadenas de San Gregorio


Llevamos un año con un progresivo aumento del paro. Hoy las cifras son de más de cuatro millones de desempleados, cerca de un 18% de la población activa. El paro aumenta en todos los sectores con el siguiente orden: los servicios, seguido de la construcción, la industria, la agricultura y el colectivo sin empleo anterior. Sube el paro y baja la cotización. La Seguridad Social pierde afiliados. Los gastos provocados por las prestaciones por desempleo se disparan. Las colas en las oficinas de empleo doblan las esquinas y por ellas desfilan peones, albañiles y mecánicos, pero también titulados universitarios.
El colectivo de trabajadores autónomos a quienes hace dos años se les prometió sacarles de su deprimido régimen está siendo uno de los más golpeados por la actual crisis.
La respuesta del gobierno ante esta situación es inequívoca: apoyo a la banca y a un sistema financiero que ha generado la crisis, y palabras huecas a los que sufren en sus carnes esa crisis. En este sentido se anuncia con bombo y platillo la famosa ayuda de los 420 euros a los parados de larga duración y cuando se llega a la ventanilla del INEM la cosa no es como se ha publicitado. Además el parado no busca subvención, busca trabajo digno. Mientras que a los autónomos la ayuda es para que consigan la percepción por desempleo pero no para que puedan seguir con su negocio.
No se puede apoyar a una estructura financiera que genera la muerte de los más débiles y el olvido de los pobres. No se puede interpretar la crisis como un reajuste del sistema que hay que mantener. En medio hay personas que sufren en su carne la situación. El paro provoca hoy nuevas formas de irrelevancia económica, y la actual crisis sólo puede empeorar dicha situación. Estar sin trabajo durante mucho tiempo, o la dependencia prolongada de la asistencia pública o privada, mina la libertad y la creatividad de la persona y sus relaciones familiares y sociales, con graves daños en el plano psicológico y espiritual.
El papa Benedicto XVI, en la encíclica Caritas in veritate, nos recuerda a todos y especialmente a los empresarios y gobernantes «que el primer capital que se ha de salvaguardar y valorar es el hombre, la persona en su integridad: Pues el hombre es el autor, el centro y el fin de toda la vida económico-social «. El cristiano debe denunciar la injusticia y el engaño. El cristiano es un testigo y agente de la justicia. Todo ser humano, el que trabaja y el que se encuentra en paro, tiene derechos que se han de defender legalmente y cumplir generosamente.
Como cristianos estamos llamados a ser artífices de justicia y de verdadera libertad a la vez que forjadores de caridad social. Tenemos la responsabilidad de crear una forma de vida que plantee una economía humana. No con palabras vacías de contenido y buenas intenciones sino experimentando en concreto la realidad de la solidaridad.
No se pueden plantear parches a un sistema económico que genera hambre y paro a cuatro quintas partes de la humanidad. La causa de la situación actual es la falta de solidaridad entre los hombres, en definitiva un egoísmo que en el plano económico se concreta en el robo al más débil. Las políticas que se llevan a cabo deben generar la conciencia de que todos formamos parte de una gran familia que es la humanidad entera.
El trabajo no es sólo una mera necesidad, sino que ha de ser visto como una verdadera vocación, un llamamiento de Dios a construir un mundo nuevo en el que habiten la justicia y la fraternidad, anticipo del Reino de Dios, en el que no habrá ya ni carencias, ni limitaciones.