El Grupo Norte ha multiplicado por tres su beneficio bruto de 2009. En medio del cierre generalizado de empresas, de los despidos, los ERE´s, de la ruina de miles de trabajadores autónomos, de paro masivo, de inmigrantes que las están pasando canutas, de tiendas cerradas, etc ¿cómo es posible que un grupo empresarial triplique sus beneficios y aumente espectacularmente sus cifras de negocios presumiendo de ser un “motor de empleo”?.
El Grupo Norte ha superado el número de 11.000 trabajadores, de los cuales el setenta por ciento son mujeres. Para el 2010 las previsiones son de un crecimiento del 15 por ciento con respecto a 2009.
El Grupo Norte ha superado el número de 11.000 trabajadores, de los cuales el setenta por ciento son mujeres. Para el 2010 las previsiones son de un crecimiento del 15 por ciento con respecto a 2009.
¿Cuál es el secreto? La denominada externalización de servicios y el trabajo temporal. Hoy, tanto las empresas privadas como las administraciones públicas impulsan la subcontratación de parte de sus actividades. La ganancia está en sustituir plantillas permanentes e indefinidas por otras temporales flexibles y, lo que es más importante, mucho peor pagadas.
Lo que empezó como auxilio en determinadas situaciones coyunturales ha acabado siendo un negocio en expansión que engorda los beneficios de las empresas a costa de aplicar peores condiciones de trabajo evadiéndose de los convenios colectivos de aplicación, eliminando la antiguedad. Además, el recurso a la subcontratación permite dividir a los trabajadores y clasificarlos en categorías cada vez más distantes entre sí.
El crecimiento de estos negocios debe preocuparnos cada vez más así como el hecho de que los sindicatos no hayan querido ponerlos coto. A lo mejor es porque ellos también recurren a la subcontratación. Cualquier política responsable de empleo y de juventud debe tener como prioridad barrer del mapa a los nuevos traficantes de esclavos del siglo XXI.
